A Figure Four Trap. Yann Sérandour
Nota de prensa
La galería Luis Adelantado Valencia tiene el placer de presentar A Figure Four Trap la primera exposición individual del artista francés Yann Serandour en España.
Se dice que el trabajo de un historiador podría ser el de llenar vacíos, dando sentido a una serie de eventos a partir de fuentes documentales y construir, como un novelista, una narración con un fin y una historia que realmente tuvo lugar. El trabajo de Yann Sérandour es similar a la labor de ese historiador: el uso de artefactos tomados de sus predecesores, los accidentes potenciales y las posibilidades, que dirigen las investigaciones y los indicios de piezas que faltan, con el fin de prolongar y poner en duda las historias. La obra de Yann Sérandour se refiere con frecuencia al arte conceptual de los años sesenta y setenta, los períodos de especial interés para él debido a su abundante difusión en forma de publicaciones y grabados – sus materiales predilectos, si bien últimamente su atención se mueve a otros campos y momentos más distantes, que el fortalecimiento de una brecha temporal con nuestra contemporaneidad.
En el caso puntual de esta exposición, el espacio de la galería y las características de las salas tanto en su dimensión como en su estructura y simetría han añadido un elemento fundamental a la hora de generar el proyecto específico para la galería. Las investigaciones más recientes de Serandour sobre las trampas primitivas utilizadas para atrapar animales pequeños como ratones o pájaros serán el caldo de cultivo en el que desarrollará tanto a nivel formal como conceptual el proyecto, así, A Figure Four Trap hace referencia a una trampa clásica que tiene forma de número cuatro.
Las piezas escultóricas, imágenes o instalaciones muchas de ellas intersticiales y miméticas, tienen su origen, en obras, publicaciones y productos existentes que Yann reactiva cambiando los temas. Abrazando una vista conceptual del arte, Serandour amplia algunas expresiones históricas en otras direcciones a través de infiltrarse, parasitar y realizar operaciones de “secuestro”. Por un lado, estas tácticas son una manera de reactivar –y a veces modificar- los significados latentes de una obra y, por otra parte, pueden interrogar las transformaciones de los temas históricos, políticos y estéticos asociados a ella.